John Lennon sigue pidiendo una chance a la paz

Una caja con memorabilia y reediciones remasterizadas de los álbumes del artista fue publicada esta semana. Hoy el músico cumpliría 70 años de edad

Hace 30 años John Lennon despertó en el edificio Dakota de Central Park y vio desde su ventana una avioneta que sobrevolaba Nueva York. Detrás llevaba una pancarta que decía: "Feliz cumpleaños, John y Sean. Con amor, Yoko".

El hijo del Beatle con la artista japonesa había nacido ese mismo día 5 años antes, una coincidencia que el músico interpretaba como la señal de que tenían un nexo supremo.

Fuera de la propiedad, un grupo de fans se acercó con tarjetas de cumpleaños, cantando sus canciones, mientras él posaba en familia para la foto oficial, y su secretario, Fred Seaman, anunciaba el regreso del compositor de "Imagine" a los escenarios en 1981.

De acuerdo con la biografía de Philip Norman, fue el 4 de agosto de ese año cuando el músico volvió al estudio para darle forma a ideas previamente desechadas. Así retomó su oficio, que había quedado prácticamente anulado después del nacimiento de su segundo hijo, y tras la publicación de Rock n’ roll, un álbum de tributo a sus máximas influencias.

El 24 de octubre "(Just Like) Starting Over", un tema que reflejaba su espíritu calmo y renovado, penetraba las emisoras radiales a ambos lados del Atlántico. Pero el 17 de noviembre salió al mercado el disco Double Fantasy, que recordó a muchos la capacidad que tenía el británico para transmitir emociones.

Era un saludo amistoso del rockero, pacifista, controversial e incisivo, que decía presente, y describía su nueva vida, desintoxicada, simple, nostálgica, aunque algunas versiones como la de Robert Rosen describan al Lennon de esos días como una estrella atormentada, prisionera de la fama.

En la obra, que había sido publicada gracias a la firma de un contrato con Geffen por 22,5 millones de dólares, dedicaba "Beautiful Boy (Darling Boy)" a Sean, "Woman" y "Dear Yoko" a su gran amor, y "Watching the Wheels" a sus detractores. Además, grabó una serie de piezas hogareñas que quedaron fuera y fueron comercializadas después de su muerte.

Mark David Chapman escuchó la noticia del regreso de Lennon y viajó desde Honolulú hasta Nueva York el 5 de diciembre, con una mochila que contenía 14 horas de música de Los Beatles en cassettes.

Se hospedó en el YMCA y luego en el Sheraton, compró el nuevo LP de su futura víctima y una revista Playboy que lo destacaba en portada.

El lunes 8 de diciembre Lennon desayunó en un local de la avenida Columbus. Luego se cortó el cabello para retomar su estilo de bad boy. Así lucía en la época en la que conoció a Paul McCartney detrás de la iglesia St. Peter de Liverpool, un lustro antes de que el dúo, junto con George Harrison y Ringo Starr, se convirtiera en ícono de la cultura pop.

El nuevo look, registrado por la cámara de Annie Leibovitz esa tarde, salió en la portada de Rolling Stone, y la fotografía será subastada ahora, 30 años después, por Swann Auction Galleries.

Sobre Double Fantasy, Lennon dijo: "Yo estoy aquí ahora.

¿Cómo están ustedes? ¿No han sido pesados los setenta? Aquí estamos, vamos a intentar que los ochenta sean buenos porque sigue siendo cosa nuestra hacer que sean lo mejor". Pero el dueño de esa frase, que alguna vez dijo "Sí, si existe tal cosa, yo soy un genio", no llegó a celebrar la Navidad de 1980. El asesino, al que recientemente se le negó por sexta vez la solicitud de libertad condicional, llegó con un revólver 38 y lo arruinó todo.

Hoy se proyectará el documental Lennon NYC en Central Park, mientras su viuda estará en Islandia, donde ofrecerá un concierto con su Plastic Ono Band y encenderá la Torre de la Paz Imagine. Google modificó su fachada en su honor y Youtube colgará testimonios de otros artistas sobre su influencia. La Gibson lanzará una edición limitada de la J-16OE, uno de los modelos de guitarra favoritos de Lennon.

Además, el Museo del Grammy de Los Ángeles abrió una exposición sobre él.